Monumento/Museo de la Revolución

viernes, marzo 25, 2011

Ubicado a dos cuadras de la parada del metro Revolución se encuentra el monumento con el mismo nombre. Este gran edificio ubicado en la plaza de la República es un ejemplo del Art Deco, movimiento artístico famoso entre 1920 y 1940, que entre otras cosas representa la prominencia de las Leyes de Reforma, las Leyes Agrarias y las Leyes Obreras en el país. 

La historia de este espectacular espacio es curiosa y un poco triste. El presidente en turno Porfirio Díaz lanzó en 1897 una convocatoria internacional  para la realización del diseño y construcción del Palacio Legislativo Federal. De las 56 propuestas se eligió la de Émile Bénard, arquitecto francés quien realizó la construcción de la Universidad de Berkeley en Estados Unidos. 
El proyecto consistía en una enorme construcción con base en dos cuerpos con forma de cruz, enormes patios, ventanas, salón de pasos perdidos el cual debería tener una doble cúpula. Asimismo contaría con una biblioteca, salones de lectura, sección de fumadores, sala de buffet, sanitarios, oficina de correos, telégrafos, recepciones, imprenta y salas con equipo necesario para el mantenimiento del lugar. Las medidas de este edificio superaban incluso las del Capitolio de Estados Unidos.
El proyecto fue puesto en marcha en 1910 y se construyó casi por completo una de las cúpulas que serían la base del edificio. Sin embargo, las construcciones tuvieron que ser suspendidas debido al excesivo costo que implicaba y a la falta de fondos del país por las guerrillas de la Revolución. El monumento quedó incompleto y el gobierno tomó la decisión de demolerlo, pero en 1932 el arquitecto Carlos Obregón Santacilia propuso aprovechar la cúpula inicial y transformarlo en el monumento que ahora conocemos.
Bajo esta estructura se encuentra el museo de la Revolución donde se encuentran los planos y maquetas del proyecto original y del proyecto de Obregón Santacilia. Así mismo yacen allí  los restos de los presidentes Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Francisco Villa, Plutarco Elías Calles y  Lázaro Cárdenas.

En el museo se encuentran objetos, fotografías, cuadros, facsímiles y explicaciones históricas del periodo de Revolución en México. Entre otras cosas se encuentran vestimentas de aquélla época, teléfonos, telégrafos, relojes, lámparas, retratos y banderas como las emblemáticas usadas en la Guerra Cristera.

En cuanto al recorrido histórico se encuentran los antecedentes y precedentes del gobierno de Porfirio Días como la Reforma con Benito Juárez, los territorios perdidos con Santa Anna, el imperialismo en México con Maximiliano y Carlota de Habsburgo, etc. También se tienen las biografías de los personajes revolucionarios más destacados como Francisco Villa, Emiliano Zapata, los hermanos Enrique y Ricardo Flores Magón, Venustiano Carranza y de presidentes más recientes como Lázaro Cárdenas.

El recorrido por todo este museo es un recuento de uno de los eventos más importantes del México Independiente, junto con la Independencia y la Guerra de Reforma. Es un recorrido agradable y lleno de información desconocida. Asimismo es un recorrido artístico ya que  en la parte arquitectónica se pueden ver a detalle los rasgos característicos del Art Deco. Eso sin mencionar la hermosa e impresionante vista que se tiene desde la cúpula del mirador y el nuevo y controversial elevador transparente que se encuentra al centro del monumento.



 Espero puedan asistir a este recinto algún día y disfruten lo bueno que nos dejó el porfiriato hace ya casi un siglo. 







Discusiones en el paraíso

Manuel Salazar es un ingeniero en aeronáutica, taciturno pero dulce. Su sueño siempre ha sido explorar los cielos y llevar su pasión por las aeronaves a la realidad pero sobretodo a usar tecnología de punta que permita obtener experiencias inigualables a los tripulantes de sus famosas aeronaves.
Uno de los mayores enigmas para Manuel es el Triángulo de las Bermudas y las repetidas desapariciones de naves aéreas o navales que ahí se han reportado. Por esto, investiga el lugar y crea la aeronave perfecta para averiguar lo que acontece en ese lugar tan enigmático. Ésta contaba con tecnología de punta, materiales ligeros, a prueba de sobrecalentamiento, brújulas a prueba de irregularidades magnéticas entre otras innovaciones de la aviación.

Tras meses de experimentación y arreglos, consigue que su especializada aeronave AIM-12 sea aprobada para volar sobre las islas e investigar el mítico Triángulo con la condición de ser acompañado por un piloto experto. El 9 de septiembre de 2014 Manuel Salazar y Antonio Olvera, el experimentado piloto militar,  despegan de la base naval de  Fort Lauderdale , Florida. Los primeros minutos de vuelo transcurrieron sin novedad, pero después de 54 minutos el AIM-12 perdió todo contacto con las bases aéreas que lo registraban.

El ingeniero y el piloto recobran la consciencia sin saber cómo o cuándo llegaron a esa paradisiaca isla. A su alrededor todo es exótico, lleno de colores llamativos y extraños, completamente indefinibles para su humana concepción. Había arbustos, gigantescos árboles con hojas sin formas definidas y frutos que colgaban de ellos. Todo les parecía familiar y desconocido al mismo tiempo, era increíblemente perfecto. 

Se encontraron después con los habitantes de ese lugar, muy parecidos a los humanos pero hablaban en una forma extraña y no caminaban, se transportaban en pequeños artefactos que flotaban y alcanzaban velocidades supersónicas sin producir sonido alguno. Los exploradores, trataron de hablar con uno de ellos pero no eran capaces de entenderse, hasta que uno de esos seres, altos y extraños pareció compadecerse de los forasteros e intentó comunicarse por medio de dibujos.

Para la sorpresa de los visitantes, el alargado ser podía dibujar cosas en el aire sin que éstas desaparecieran y aunque ellos trataron de imitarlo, esta habilidad parecía funcionar sólo para los nativos. Sin embargo, pudieron dibujar ‘algo’ sobre la arena de color extraño que hizo que el humanoide abriera una pantalla, de nuevo en aire, para enviar por algo o alguien.

Enseguida llegó en el artefacto flotante un ente más conocido para ellos, otro humano, más bien otra humana quien después de comentar algo con el considerado individuo que los llamó, se dirigió a los forasteros y les dio la bienvenida a su mundo, su ‘mundo perfecto’, recalcó. Antes de presentarse los invito a dar un paseo con ella y con sus manos dibujó en la atmósfera dos transportadores idénticos al suyo. En el camino a algún lugar, comenzó a contarles que ella también se había perdido en el Triángulo de las Bermudas cuando piloteaba un Cessna 172. Al llegar a lo que ella llamaba su hogar, Helen –nombre con el que se presentó ante Salazar y Olvera- los invitó a sentirse cómodos y relajados.

Ella les explicó que nunca regresó a la Tierra porque ahora estaba en el lugar perfecto, sin hambre, sin violencia, sin preocupaciones y encontró una nueva vida llena de cosas increíbles e inimaginables para los seres humanos. Dijo que nunca fue obligada a permanecer en ése mundo pero que ella, como muchos pilotos y navegantes perdidos, habían decidido quedarse ahí además de que no se habían planteado la forma de salir de ese lugar, no había necesidad.

Para Manuel y Antonio era una situación difícil y alarmante no saber si regresarían o no a su mundo, además de que si decidían regresar, debían idear una forma para salir de ahí. Durante su estancia en ese extraño lugar conocen a más viajeros perdidos y conocen un poco la forma de vida de esa atípica sociedad. A lo largo de la historia, ambos toman decisiones intrépidas e inesperadas que hacen que su resolución entre irse y quedarse sea cada vez más difícil. A lo largo de esta aventura, la amistad que se forma entre Manuel y Antonio es crucial en su toma de decisiones y es de las pocas cosas que se mantienen constantes durante la historia, a pesar de las situaciones en las que se encuentran. Al final, ambos toman una decisión que cambiará para siempre sus vidas y la visión de ambos mundos acerca de lo que los rodea.