Manuel Salazar es un ingeniero en aeronáutica, taciturno pero dulce. Su sueño siempre ha sido explorar los cielos y llevar su pasión por las aeronaves a la realidad pero sobretodo a usar tecnología de punta que permita obtener experiencias inigualables a los tripulantes de sus famosas aeronaves.
Uno de los mayores enigmas para Manuel es el Triángulo de las Bermudas y las repetidas desapariciones de naves aéreas o navales que ahí se han reportado. Por esto, investiga el lugar y crea la aeronave perfecta para averiguar lo que acontece en ese lugar tan enigmático. Ésta contaba con tecnología de punta, materiales ligeros, a prueba de sobrecalentamiento, brújulas a prueba de irregularidades magnéticas entre otras innovaciones de la aviación.
Tras meses de experimentación y arreglos, consigue que su especializada aeronave AIM-12 sea aprobada para volar sobre las islas e investigar el mítico Triángulo con la condición de ser acompañado por un piloto experto. El 9 de septiembre de 2014 Manuel Salazar y Antonio Olvera, el experimentado piloto militar, despegan de la base naval de Fort Lauderdale , Florida. Los primeros minutos de vuelo transcurrieron sin novedad, pero después de 54 minutos el AIM-12 perdió todo contacto con las bases aéreas que lo registraban.
El ingeniero y el piloto recobran la consciencia sin saber cómo o cuándo llegaron a esa paradisiaca isla. A su alrededor todo es exótico, lleno de colores llamativos y extraños, completamente indefinibles para su humana concepción. Había arbustos, gigantescos árboles con hojas sin formas definidas y frutos que colgaban de ellos. Todo les parecía familiar y desconocido al mismo tiempo, era increíblemente perfecto.
Se encontraron después con los habitantes de ese lugar, muy parecidos a los humanos pero hablaban en una forma extraña y no caminaban, se transportaban en pequeños artefactos que flotaban y alcanzaban velocidades supersónicas sin producir sonido alguno. Los exploradores, trataron de hablar con uno de ellos pero no eran capaces de entenderse, hasta que uno de esos seres, altos y extraños pareció compadecerse de los forasteros e intentó comunicarse por medio de dibujos.
Para la sorpresa de los visitantes, el alargado ser podía dibujar cosas en el aire sin que éstas desaparecieran y aunque ellos trataron de imitarlo, esta habilidad parecía funcionar sólo para los nativos. Sin embargo, pudieron dibujar ‘algo’ sobre la arena de color extraño que hizo que el humanoide abriera una pantalla, de nuevo en aire, para enviar por algo o alguien.
Enseguida llegó en el artefacto flotante un ente más conocido para ellos, otro humano, más bien otra humana quien después de comentar algo con el considerado individuo que los llamó, se dirigió a los forasteros y les dio la bienvenida a su mundo, su ‘mundo perfecto’, recalcó. Antes de presentarse los invito a dar un paseo con ella y con sus manos dibujó en la atmósfera dos transportadores idénticos al suyo. En el camino a algún lugar, comenzó a contarles que ella también se había perdido en el Triángulo de las Bermudas cuando piloteaba un Cessna 172. Al llegar a lo que ella llamaba su hogar, Helen –nombre con el que se presentó ante Salazar y Olvera- los invitó a sentirse cómodos y relajados.
Ella les explicó que nunca regresó a la Tierra porque ahora estaba en el lugar perfecto, sin hambre, sin violencia, sin preocupaciones y encontró una nueva vida llena de cosas increíbles e inimaginables para los seres humanos. Dijo que nunca fue obligada a permanecer en ése mundo pero que ella, como muchos pilotos y navegantes perdidos, habían decidido quedarse ahí además de que no se habían planteado la forma de salir de ese lugar, no había necesidad.
Para Manuel y Antonio era una situación difícil y alarmante no saber si regresarían o no a su mundo, además de que si decidían regresar, debían idear una forma para salir de ahí. Durante su estancia en ese extraño lugar conocen a más viajeros perdidos y conocen un poco la forma de vida de esa atípica sociedad. A lo largo de la historia, ambos toman decisiones intrépidas e inesperadas que hacen que su resolución entre irse y quedarse sea cada vez más difícil. A lo largo de esta aventura, la amistad que se forma entre Manuel y Antonio es crucial en su toma de decisiones y es de las pocas cosas que se mantienen constantes durante la historia, a pesar de las situaciones en las que se encuentran. Al final, ambos toman una decisión que cambiará para siempre sus vidas y la visión de ambos mundos acerca de lo que los rodea.